Este año la visita a gastronomika a sido solo de un día. Ayer en la primera jornada. En la del año pasado estuve como congresista disfrutando y anotando en la medida de lo posible, todas las ideas que los ponentes nos trasmiten.
Ayer al llegar vimos que en el programa del auditorio central a las 13:15 la entrada era libre y se le hacia un homenaje a Juan Marí Arzak.
Yo y mi acompañante, mi amigo Lute, decidimos que merecía la pena estar hay¡ Y que mejor compañía, la de otro cocinero que ya en su pre jubilación sigue enamorado de este mundo de la gastronomía.
Mientras se celebraba el acto pasaban un sin fin de recuerdos en los que mi amigo y yo hemos estado juntos.
Estos me llegaban precisamente desde que en compañía de otros, amigos también, una noche de ya no me acuerdo cuando, cenamos precisamente en la casa del homenajeado en el escenario, Arzak.
Recuerdo los inicios de mi primer restaurante, aquellas tardes con Lute y un montón de libros, le queríamos dar forma a la carta de mi nuevo proyecto.
Recuerdo de sus consejos en aquellos inicios empresariales míos de 1988.
Las primeras cenas medievales celebradas en Estella, con un rigor exquisito en las que participamos.
Tantos recuerdos, siempre en torno a la gastromonia, siguiendo a todos los que en el escenario y en los videos que altermavan, rendian consideración al maestro del alto de miracruz.
Cuantas conversiciones, visitas a restaurante, horas y horas hablando de cocina cocineros, recetas, tendencias, congresos.
Mi última visita a Arzak, con mi hijo, en la que hablando con él, le decía, ¿te acuerdas tus visitas a Estella? algún cangrejo en el Ega ya pescaste Juan Mari, pero ya no lo recordaba.
En fin. Ayer con Lute la visita a la feria fué fugaz. Nosotros también nos dimos un homenaje.
Al mediodía la visita a un clásico, Urola y a la noche visitamos Amelia una referencia a las nuevas tendencias gastromomicas.
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